JORGE MUZAM -.

Son cientos de miles de millones de pesos derrochados en vagos apernados durante décadas. Sueldos de
reyes pagados con fondos públicos para que defiendan con entusiasmo los intereses privados de la oligarquía
económica.
Lo que debemos tener claro es que ellos no tienen un milímetro más de legitimidad o capacidad intelectual que cualquier otro chileno para ocupar los escaños parlamentarios. Si ha de existir un parlamento, pues que sea útil y representativo, y no una provocación incendiaria para el resto de los ciudadanos.
Imagen: © Alejandro Aravena
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