Explosiono mi rostro
Mis pechos tan distantes ya no los veo.
Otro momento de un no se...
Mi voz sorda no alcanza la alteridad.
Mi boca no contiene pájaros
No llega tu océano.
Con la yema de los dedos acaricio
mi cabeza
No hay caminos mucho menos piojos.
Mi sangre no contenida por los ríos
de mis venas.
Los dolores viajan por una geografía
sin limites.
Difuso el corazón, las manos el sexo extraviado.
En un túnel oscuro no aparecen las serendipias
Como en los rieles de tren sin florecillas anaranjadas
entre las piedras.
No veo mi sombrero en la oscuridad
No hallo la lamparita de velador
No vela- novela-vela
Creí tener mis paisajes por el abc
por ese que es movible
No se si estoy en la F o en la J.
Hay una noche perdida
las flores son gigantes el sol un durazno
que levita.
No veo barcos
No hay pájaros
Ni peces.
Todo es una ilusión.
Si tuviera sed sabría que tu boca
esta para vaciar sus palabras.
No encuentro el cierre para abrir el cielo
Los ríos hicieron introspección.
La locura de la razón
La razón y sus locuras.
Ando por una playa
sin sol
sin sal
No veo mis huellas en la arena.
Mis otredades toman el te de las cinco
en alguna primavera.
La filosofía se sentó en una silla
se hizo invisible.
En una esquina una planta con
sus hojas alargadas
me saca sus lenguas.
Soy indiferente a las burlas.
Soy nina con canas de colores
mis tiempos no son lineales.
Creo que tu sueno se entremezclo
con el mio.
No encuentro el hilo.
Aparecen constantes letreros
con mis iniciales.
Son como un detente o distante.
El cielo voló
El fuego voló
El agua voló
Queda un hilillo de aire.
LA NADA.
Poesía de Jeannette Núñez Catalán, Chile.
Pintura de Goya
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