Del No adelante

JUAN PABLO JIMÉNEZ -.

Hay quienes dicen que la cara del triunfo del No es Patricio Bañados. Que no pudo haber sido mejor elegido el animador de ese espacio que marca un total antes y después en la televisión chilena.

Bañados, con su currículum arrollador enriquecido en Europa y Estados Unidos. El hombre del hablar impecable y de la impostura perfecta para comunicar equilibrio, se instaló en la historia televisiva chilena para siempre.

Ante ello, uno puede suponer que de ahí en adelante las cosas se le vinieron fáciles al locutor y periodista. Claro, la Concertación tenía muchísimo que agradecerle y seguramente lo instalaría en lugares de privilegio, no políticos, porque a Bañados eso le importaba un carajo, sino en el sitial de comunicador que le correspondía.

Pero tal como la Concertación no se sostuvo más en los medios de comunicación que alzaron la voz en dictadura, nunca más, pero nunca más llamó a Patricio Bañados ni le prestó algún apoyo concreto.

Incluso podríamos decir que en algunos puntos, a Bañados se le hicieron mucho más difíciles las cosas a partir del 5 de octubre de 1988, porque tuvo que lidiar con los prejuicios de todos aquellos que seguían trabajando por Pinochet instalados en oficinas de los canales de televisión.

En “Confidencias de un Locutor”, el profesional chileno no solo cuenta sus grandes logros y vicisitudes en los medios de comunicación en que se desempeñó, sino y sobre todo, hace una ácida y descarnada crítica a la TV chilena y sobre todo, a quienes han estado por siempre dirigiendo los hilos de ese medio.

Y lo hace con conocimiento de causa, porque él vivió a concho los prejuicios contra su persona, primero desde los tiempos de la UP, cuando le identificaban con sectores de derecha, después en dictadura cuando lo tildaban de rojo y más tarde cuando llegó la alegría pasando al olvido.

No, señores. Las cosas no le fueron fáciles a Patricio Bañados después de 1988. Hasta diez años después le tiraban basura en la puerta de su casa. Intentaron atropellarlo una vez y a su hija también quisieron hacerle daño. Eso sin contar las constantes amenazas de muerte por teléfono.

Hay que sumar que Bañados jamás tranzó. Nunca quiso las cosas fáciles. En plena dictadura tachaba los libretos de las noticias en que se le obligaba a decir cosas que escapaban a la verdad. Eso también muchas veces le permitió negociar, aunque eso fue las menos veces.

En este libro está el relato de la vida profesional de un hombre, pero también está la descripción de una parte escondida del rostro de Chile en los últimos 40 años. El reflejo a través de la TV de lo que ha sido la historia del país y una radiografia de algunos que, sin nosotros saberlo, han decidido por nosotros eternamente.

Y siguen decidiendo. Es cosa que veamos la calidad de la TV chilena de hoy…

RECUADRO
En este libro está el relato de la vida profesional de un hombre, pero también está la descripción de una parte escondida del rostro de Chile en los últimos 40 años.

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