Infancia de trenes (dedicado al poeta lárico Jorge Teillier)



MARTA LUZ MANRÍQUEZ -.

La estación se quedó vacía
las cuncunas con pies de hierro
los trenes
ya nunca volvieron
las vías se cubrieron de musgo
los durmientes se quedaron dormidos
y dejó de ser paseo obligado
el ir a ver pasar los trenes
Mi abuelo, Jorge querido,
fue conductor de trenes en su juventud
antes que una locomotora
le cortara un pie
y por eso
en la sangre llevo el amor a los trenes
me duele
ir a la estación abandonada
y sentarme en las vías desiertas
sabiendo
que mi niñez
se fue con los trenes


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