Mostrando entradas de marzo, 2017Mostrar todo
Claudio Rodríguez Morales
George Reeves: la vida como sala de espera
CLAUDIO RODRÍGUEZ MORALES .- Si nuestros planes están lejos de la realida…
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Claudio Rodríguez Morales
La casa, el origen, la vuelta
CLAUDIO RODRÍGUEZ MORALES .- Ministro 294, una puerta vieja. Sobre ella…
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Claudio Rodríguez Morales
Sartre: angustia, libertad y acción
CLAUDIO RODRÍGUEZ MORALES .- Desde su muerte, tal vez un poco antes, ap…
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Claudio Rodríguez Morales
Sábato: grandilocuente, depresivo y pirómano
CLAUDIO RODRÍGUEZ MORALES .- Ernesto Sábato (1911 - 2011) a quien más …
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Neil Young, inquilino de la muerte/MADRID-COCHABAMBA - *Claudio Ferrufino-Coqueugniot* *A Pablo Cerezal* Pregunto a mi amigo, que está muerto, ¿qué discos traes? Y me responde lo mismo que como cuando...
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Releyendo a Haroldo Conti - A José Raúl, por el reencuentro Leer puede/suele provocar deslumbramiento. A leer buenos libros, me refiero. Deslumbra el hallazgo, el encuentro fértil e...
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Mensajes encriptados para pequeños y grandes lectores del futuro - Solo anoche terminé de revisar e imprimir los cuentos infantiles incluidos en mi libro *Los Tiuques Salvajes.* Nació atenazado por mil otras ocupaciones ...
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Anoche leí demasiado - *JULIA ROIG* «Los pedazos se sentaron a escribir» *John Berryman* ¿Oera *anoche bebí demasiado*? ¿Empezaba así alguna novela de Scott Fitzgerald? ¿U...
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TANGER BAR 1986-2024 - Como estos días es noticia de prensa, casi con llamada a funerales nacionales, el cierre definitivo del Bar Tánger de San Sebastián, creo que es un buen mo...