Ninguna de las anteriores

JUAN PABLO JIMÉNEZ -.

En los primeros tiempos de Superman como caricatura, cuando el superhéroe aparecía en el cielo la gente decía “¡Es un avión!”… “¡Es un pájaro!”… “¡Es un cometa!”… Hasta que alguien lo reconocía y afirmaba que era nada menos que el hombre con los súper poderes y la capa que lo hacía volar.

Algo parecido podríamos hacer como ejercicio con el último libro del escritor chileno Alejandro Zambra, “Facsímil”. Porque, al ir uno enfrentándose a éste, podemos decir que es una novela… pero también que no es una novela. Que es un “volón” y otros pueden decir que es un intento de innovación. Que es un cuento largo… que no es un cuento largo…

En realidad es todas las anteriores… y también ninguna de las anteriores. 

Zambra da un salto en el estilo y se decide a jugar construyendo una historia precisa y al hueso –algo que ya más o menos hizo en “Bonsái”–, ocupando el mismo formato de la PAA, la Prueba de Aptitud Académica, a quien le debemos, algunos, hartas pesadillas y malos recuerdos.

Así, recurre a la comprensión de lectura, a la completación de oraciones, al ordenamiento de frases y párrafos para construir una historia. En fin, todos aquellas torturas-pruebas a las que fuimos sometidos algún día.

La gracia va más allá de este ingenioso juego. La gracia es que Zambra así nos hace partícipes directos de la historia y de cierta forma, nos da la chance para ayudar a crearla. Porque en situaciones como por ejemplo el descarte de frases y párrafos, el lector toma la decisión respecto de cómo se presenta al final esa historia impresa en este verdadero facsímil.

De esa manera Zambra logra otro objetivo con su reciente libro, el que dentro de este juego pueda haber distintos finales y desenlaces para la misma historia.

Con las alternativas y mediciones tipo PAA, el autor es irónico, se ríe de sí mismo, vuelve mucho la mirada a los ochenta, a su vida pasada, al contexto social y va además despotricando contra todo aquello que le molesta y que le parece nefasto, como el sistema político, la misma educación, algunas acciones de la iglesia, la historia. En fin, contenidos que nunca fueron considerados en la PAA.

Y Zambra además nos obliga a pensar, a buscar alternativas y salidas de acuerdo a los ejercicios presentados. Esta es una PAPP: Prueba de Aptitud Para Pensar y eso nos hace además, cómplices.

Caemos en pequeñas trampas también, como cuando después de una sonrisa descubrimos que Zambra jugó no solo con el lenguaje y sus formas, sino además, con nuestra atención y conclusiones. Y esa es otra más de las fortalezas de este facsímil de conocimientos no específicos, porque apuntamos hacia todos lados como un abanico enriquecedor.

Así como no ha muerto el rock, tampoco ha muerto el libro y la literatura, gracias a estas reinvenciones.


RECUADRO

Y Zambra además nos obliga a pensar, a buscar alternativas y salidas de acuerdo a los ejercicios presentados. Esta es una PAPP: Prueba de Aptitud Para Pensar y eso nos hace además, cómplices.





(FOTO-LIBRO)

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