Canilla González: ¡Puta que es linda la vida!

JUAN PABLO JIMÉNEZ -.

Ismael Serrano y Sabina dicen que en los boliches se encuentra la mejor gente. Allí nos hemos enamorado, hemos cambiado el rumbo de la historia, hemos prometido –rotundamente borrachos– nunca más volver a beber.

Donde la Juanita yo confieso que he bebido.

Ella siempre está allí, sacando cuentas con su calculadora. Sabe las historias de los parroquianos, que somos todos sus amigos. Nos conoce nuestros gustos y con solo mirarnos nos conoce las penas.

Allí, el “Canilla” González pasa escribiendo la vida solo con sus palabras. Siempre con un tinto y rodeado de curicanos por donde también ha pasado la vida, cuenta sus interminables historias. Siempre hay una nueva. Adornada o no. Qué carajo importa.


Yo he visto al “Canilla” llorar. Hablaba de su pasado. De la compañía de su esposa. Ya no recuerdo qué contaba; lo veía doble. Y para arreglar la vista me tomaba otro largo sorbo de vino y se me quedaba que el “Canilla” se reía y a la vez contaba historias.

Sergio González, el “Canilla”, podría ser el Presidente de la República de Curicó si proporcionalmente comparamos su popularidad con la de un presidente de un país.
Porque él es universal.

Son tantas, pero tantas y tantas sus anécdotas, que un día se le ocurrió que esas sabrosas historias podrían ir a parar a un libro.
Acompañado de sus amigos que le quieren y que le impulsaron a dar el salto, sumado ello al olfato preciso del periodista curicano Eugenio Alcaíno –durante años colaborador de nuestro diario–, quien junto a sus dos compañeros de “minimocomun ediciones” logró captar la esencia de este personaje, el “Canilla” sacó a la calle este año, con bombos, platillos, botellas y aplausos, su libro “Agua Negra, Mi Amor. Anecdotario Curicano y Otras Yerbas”.

A los tres muchachos editores y por supuesto al protagonista de estas historias, se les agradece un montón de cosas.

Primero, que a través de este libro uno aprende a querer más la vida. A entender que a partir de la simpleza podemos encontrar los mundos más infinitos. Aprendemos a saber del valor de la lealtad, de la amistad; del amor. De que a pesar de los sinsabores, a la vuelta de la esquina hay alguien mil veces peor que uno. A salir a flote a pesar de las patadas en los testículos.

Y segundo, que en lo formal estamos frente a una de las publicaciones de mejor factura en años en Curicó. Para quienes estamos acostumbrados a leer como elefantes, como jirafas y comprar libros caros nacionales, extranjeros, dentro y fuera del país, “Agua Negra…” es un libro que en su escritura y presentación, puede estar presente en cualquier feria del libro nacional o internacional.

En el libro Sergio González recorre personajes que han marcado el pasado curicano y sobre todo, recorre aquellas aristas de su vida a partir de episodios tan sabrosos como su trabajo de carabinero en la costa, cuando el trabajo era realizado a pulso, en medio de soledades profundas y para ganarse dos chauchas que sirvieran para comer y vivir.

Vivir. Vivir. Con la alegría como la principal arma para defenderse de todas las guerras.
Esa es la belleza de esta publicación: que el “Canilla”, sin proponérselo, nos enseña a vivir. Porque detrás de cada anécdota, está la intención suya de seguir caminando por los misteriosos senderos que siempre nos depara el destino.

Sergio “Canilla” González con sus personajes, vivencias, anécdotas y otras yerbas, revive un pasado sereno en la historia de Curicó. Los tiempos puros del salir a la calle de madrugada sin sentir el miedo que cale los huesos. El dejar la bicicleta tres días en una plaza sin que la roben. El ser justo en el trabajo y darse a respetar ante los soberbios de siempre que en su actitud solo demuestran el vacío que llevan dentro. El muerto inventado que le dio vida a un pueblo que parecía olvidado.

En fin. “Agua Negra, Mi Amor…” es una sucesión no solamente de historias, sino también de imágenes, sensaciones; postales de un pasado que uno añora sin haberlo vivido.

“Agua Negra…” es para leerlo en un tren viejo, en una cantina acompañado de una jarra, al volver con un antiguo amor, con los amigos más vivos que nunca en el local de la Juanita.

Con este libro bajo el brazo uno no solamente aprende sobre parte de la historia curicana. Uno también aprende a vivir.

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1 Comentarios

  1. Quiero saber cuando va ha estar el libro para poder comprarlo, y de que precio se trata

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